¿Dónde han ido mamá y papá?
«¿Mamá y papá siguen existiendo aunque estén lejos de mí y en otra habitación?» ¡Claro que sí! Es que esto es difícil de entender para un niño pequeño, por eso cuando se esconde detrás de las manos para hacer el cucú, ¡el niño siempre cae! El juego del escondite (a partir de los dos años) permite a los niños desarrollar la capacidad de esperar que ocurra algo: ¡hay comportamientos que no pueden controlar ellos mismos!
Al principio habrá emociones difíciles en los momentos de separación y deberás buscar estrategias para que tu hijo se sienta seguro de que volverás con él: seguro de que volverás, también se sentirá más seguro para explorar el mundo que le rodea con las personas que le dejas, ¡aunque sólo sea para jugar al escondite!
La rutina le ayuda a sentirse en control de la situación, a anticiparse y saber qué esperar, a saber que puede ser ayudado en los momentos más difíciles y ser comprendido. Puede ayudarle tener un tiempo «especial» a su disposición en un momento determinado del día (por ejemplo, antes de acostarse leerle un libro).