El juego de los olores
Con pequeñas bolsas de tela o frascos de cristal llenos de objetos con diferentes aromas u olores (y con un fuerte contraste: por ejemplo, rodajas de naranja, romero, jabón de Marsella, café, perfume, vinagre, canela…) el niño puede empezar a oler los diferentes olores. A continuación, puede clasificarlos en agradables o desagradables según su gusto, separándolos en dos categorías y describiendo sus sentimientos sobre cada aroma.
Cocinar con su hijo
Juntos podrán descubrir nuevos sabores y olores.